viernes, 1 de marzo de 2019

El escándalo aumentó de proporción cuando se supo que la profe era casada (Foto: @raulbrindis)
Brittany Zamora fue acusada de tener relaciones con uno de sus alumnos (Foto: Especial)
Brittany Zamora, una mujer que trabajaba como maestra en el estado de Arizona, fue arrestada el año pasado por tener relaciones sexuales con un alumno de 13 años.

Desde entonces se han ventilado en la corte algunos detalles sobre los encuentros que tuvieron la mujer de 28 años y el adolescente. Más de uno rayó en lo pornográfico.

Cuando todavía trabajaba como profesora en la escuela primaria Las Brisas, en la ciudad de Goodyear, hubo una ocasión en la que la mujer y el estudiante de sexto grado se tocaron en el salón de clase mientras el resto del alumnado miraba una película en el proyector. Así lo informaron registros recién obtenidos que incluyeron entrevistas policiales y videos.

El joven le dijo a la policía que en una ocasión la profesora le tocó los genitales mientras fingía buscar algo en su escritorio. Los demás estudiantes estaban a poca distancia de ambos, pero aún así la maestra no tuvo reparo en tocar al adolescente.

La profesora fue arrestada en marzo del 2018 (Foto: @raulbrindis)
La profesora fue arrestada en marzo del 2018 (Foto: @raulbrindis)
También reveló que mientras estaba en clase le mandaba notas y cartas "de amor" a su profesora. El Departamento de la Policía de Goodyear difundió la foto de uno de los escritos: "¡Eres muy sexy!", decía el papelito.

Entre los dos también hubo intercambios de fotografías íntimas y el joven dijo ante la corte que la relación evolucionó a tal grado que en un punto ambos se decían "Te amo".

"Ella dijo que quería hacerme sexo oral y que mi miembro estaba muy grande. Entre otras cosas como esas", declaró el adolescente.

Así coquetearon por varias semanas hasta que una noche en la que se estaban mensajeando la mujer le preguntó si se podían ver. Aquella vez el joven estaba en casa de sus abuelos y el esposo de la maestra había salido de viaje.

El escándalo aumentó de proporción cuando se supo que la profe era casada (Foto: @raulbrindis)
El escándalo aumentó de proporción cuando se supo que la profe era casada (Foto: @raulbrindis)
El adolescente le contó a la policía que había escapado de la casa de sus abuelos para encontrarse con Zamora al final de la calle, en donde la maestra había estacionado su vehículo.

Según su testimonio, ambos se besaron y tuvieron sexo oral mutuamente hasta que el esposo de Brittany Zamora llamó por teléfono. En ese momento ambos regresaron a sus respectivos hogares.

Sin embargo, la noche siguiente volvieron a reunirse en el mismo sitio y esa fue la primera vez que ambos tuvieron relaciones sexuales, según los reportes.

A pesar de que la maestra le pidió que mantuvieran las cosas en secreto, el estudiante le dijo a uno de sus compañeros de clase lo que ocurría.

Brittany Zamora tuvo sexo con el estudiante mientras otro alumno los miraba (Foto: Especial)
Brittany Zamora tuvo sexo con el estudiante mientras otro alumno los miraba (Foto: Especial)
No mucho tiempo después los dos alumnos se quedaron después de las clases para prepararse para un supuesto "concurso de talentos". Lo que en realidad sucedió escandalizó a todos los involucrados en el caso.

La maestra y el alumno comenzaron a tener relaciones sexuales mientras el otro estudiante los observaba.

"Lo estaban haciendo", le dijo el amigo a la policía. "Fue muy incómodo".

También les contó que Zamora le pidió que "se asegurara de que nadie entrara al salón de clases", según el periódico local

Brittany Zamora fue arrestada en marzo de 2018. Desde entonces se ha declarado inocente en todos los cargos que se le acusan, entre ellos abuso sexual de un menor de edad.

Actualmente permanece recluida en una cárcel del condado de Maricopa, con una fianza de USD 250.000.

Los padres del menor afectado están buscando demandarla por una cantidad de USD 2.5 millones.

viernes, 15 de febrero de 2019


Antes del 23 de febrero estarán en Colombia el Theodore Roosevelt Carrier Strike Group (Portaaviones) y la 11th Marine Expeditionary Unit (MEU), según reportes de prensa de medios estadounidenses. Esa unidad de combate se embarcó en el USS Boxer.



Estos buques de la Armada de EEUU, se encuentran actualmente entre cinco y siete días de Cartagena, Colombia, atravesando el Canal de Panamá, partiendo desde sus puertos de origen en San Diego en el Pacífico. El portaaviones podría estar en servicio operativo o en entrenamientos.

Las otras dos unidades si están en “operaciones de rutina” según fuentes militares dijeron a los medios. Lo anterior significa que se movilizan para un despliegue.



El buque USS Boxer permite despliegues rápidos y aunque no hay datos precisos de qué se trata el avance, se dirigen a Colombia. Según protocolos militares la MEU tiene como misión defender intereses de Estados Unidos y Colombia a lo largo de la frontera con Venezuela. Se trata de un batallón de Infantería con blindados, logística y comando.

Las MEU disponen de fuerzas de aviación y transporte de helicópteros, aviones de combate Harrier. Esta movilización militar sería para disuadir la resistencia de Nicolás Maduro y amenazar con una invasión. También se señala que el Abraham Lincoln Carrier Strike Group está en ejercicios en las costas de la Florida.



A pesar de estar en entrenamientos, aunque no es usual, los buques pueden ser llamados al servicio de emergencia para desplegar.

Se esperan dos portaaviones cerca de Venezuela, en una semana. El 23 de febrero se espera movilización de venezolanos para hacer que entre al país, la ayuda humanitaria según lo informó, Juan Guaidó.

Fuente: En efectivo.

sábado, 26 de enero de 2019



Nicolás Maduro (Ilustración: Rodrigo Acevedo Musto)
La profundización de la crisis política venezolana generó en los últimos días una nueva situación rocambolesca que, ante los ojos de quienes no siguen con atención el derrotero hacia el abismo de la nación caribeña, puede resultar algo confusa. El 10 de enero, Nicolás Maduro reasumió como Presidente de la República Bolivariana por un nuevo período de seis años. Su legitimidad emanaba de los insólitos comicios del 20 de mayo de 2018, que la oposición, observadores internacionales y la mayoría de las democracias occidentales no habían reconocido como válidos. En ese contexto, el miércoles 23 de enero, ante una multitud que salió a las calles de Caracas para protestar contra el régimen chavista, el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, alegó que, estando la Presidencia vacante y siguiendo los procedimientos establecidos por la Constitución venezolana, asumía las responsabilidades del Poder Ejecutivo de manera interina para poder convocar a elecciones libres y restaurar el sistema democrático.

La mayoría de los países de América se apuraron a reconocer a Guaidó como única autoridad legal de Venezuela. La Unión Europea, más cauta, no llegó a ese pronunciamiento explícito pero también tomó distancia de Maduro y le reclamó que realice nuevas elecciones. En respaldo de Maduro sólo se expresaron autócratas como Vladimir Putin y Recep Erdogan, los pocos socios que le quedan en la región (Bolivia, Cuba, Nicaragua y El Salvador) y fuerzas políticas aliadas como el PT de Brasil y el kirchnerismo en Argentina. Sus voceros salieron a revindicar a el heredero político de Hugo Chávez como único presidente "democrático" y "legítimo" y calificar la proclamación de Guaidó como un "golpe de Estado".

Si el debate sobre cuál es la salida más satisfactoria para el descalabro venezolano puede estar abierto, calificar las elecciones de 2018 como transparentes, democráticas y legítimas parece un exceso inadmisible para cualquiera que respete el estado de derecho. En algunos casos, ocurre por cinismo o pura especulación política. En otros, por simple ignorancia.

Juan Guaidó, al proclamarse como Presidente interino de Venezuela (AFP)
Juan Guaidó, al proclamarse como Presidente interino de Venezuela (AFP)
Para quienes puedan haber estado distraídos y, más allá de la catástrofe económica y el exilio de millones de venezolanos en los últimos años, tengan dudas sobre las características del régimen bolivariano y la legitimidad de su líder para ejercer el gobierno, aquí un breve resumen del proceso que llevó a la reelección de Maduro.

Persecución y deslegitimación de los poderes del Estado

Desde que la oposición ganó las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2015, el régimen chavista, ya en plena crisis, percibió que la única manera de que el poder no se le escurriera sería redoblando la represión y dominando todos los poderes del Estado. En la noche del 23 de diciembre, antes de entregar el control de la Legislatura y mediante un procedimiento exprés que violó todos los plazos administrativos, la entonces mayoría chavista de la Asamblea modificó por completo la composición del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) con la designación de 13 jueces titulares y 21 suplentes leales a Maduro. Comenzó entonces una pulseada de poderes. Apenas asumieron los nuevos legisladores, la mayoría opositora anuló las designaciones de jueces realizadas por sus antecesores. Enseguida, los flamantes magistrados supremos replicaron con un fallo de invalidez de los resultados electorales en el Amazonas y ordenaron no juramentar a los legisladores de ese distrito. La Asamblea desoyó la orden y el TSJ la declaró en desacato.

El conflicto escaló en una crisis institucional. Cualquier ley aprobada por la Asamblea era impugnada por el Poder Ejecutivo con el respaldo del TSJ, que de inmediato suspendía su aplicación.

Mientras tanto, los jueces supremos desplazados y amenazados tuvieron que huir del país y comenzaron a funcionar como un "TSJ en el exilio".

En Marzo de 2017, el TSJ chavista emitió una sentencia mediante la que se hacía cargo de las atribuciones legislativas ante la persistencia de la Asamblea en el "desacato". La reacción internacional condenando el "autogolpe" y las manifestaciones masivas en las calles de todo el país (que dejaron más de un centenar de muertos por la represión policial), forzaron al régimen a dar marcha atrás. Pero Maduro enseguida sacó otra estrategia de la galera: la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente. De nuevo, sin ajustarse a ninguno de los procedimientos legales para la reforma de la Constitución, el Presidente puso en marcha un proceso electoral impugnado por la fiscal general Luisa Ortega Díaz, que tras recibir amenazas de muerte, se vio forzada a renunciar y exiliarse. El régimen ideó un curioso sistema de votación en el que algunos constituyentes serían electos por territorio y otros como "representantes de estamentos" de trabajadores, campesinos, estudiantes, personas con discapacidad, pueblos indígenas y pensionados. Todo sea para garantizarse un triunfo, aunque ya todas las encuestas mostraban que su apoyo en la sociedad no llegaba al 25%.

La Asamblea Nacional, con mayoría opositora y presidida por Juan Guaidó, declaró “usurpador de la Presidencia” a Nicolás Maduro el pasado 15 de enero (Reuters)
La Asamblea Nacional, con mayoría opositora y presidida por Juan Guaidó, declaró “usurpador de la Presidencia” a Nicolás Maduro el pasado 15 de enero (Reuters)
La oposición decidió no participar de esa farsa. Según los datos oficiales, fue a votar apenas el 41% del padrón. En realidad, habían sido menos: unos meses más tarde, el titular de la firma Smarmatic, proveedora de las máquinas de votación en Venezuela, denunció en Londres que la cifra de votantes se había inflado en al menos un millón de personas.

Más que reformar la Constitución que ya había sido reformada por Hugo Chávez en 1999, la Constituyente pasó a funcionar desde entonces y hasta hoy como una Asamblea Legislativa paralela.

Sí, en los últimos años, Venezuela ha tenido dos Corte Suprema y dos Parlamentos. Sólo le faltaba tener dos Presidentes. Era sólo cuestión de tiempo.

Opositores presos o prohibidos

"Si no le gusta, preséntese a las elecciones y gane". El mantra con el que suelen desafiar a sus opositores los líderes populistas como Maduro, viene con trampa en Venezuela: los principales dirigentes de la oposición están impedidos de postularse, algunos presos, otros inhibidos legalmente para ser candidatos y el resto, en el exilio. Esa manía de proscribir a opositores con posibilidades de triunfo electoral arrancó en los tiempos de Chávez y se profundizó durante el gobierno de su heredero político menos dotado.

El caso más célebre es el de Leopoldo López, ex alcalde de Chacao y líder de Voluntad Popular (el partido al que pertenece Juan Guaidó), que estuvo preso tres años y medio en la prisión militar de Ramo Verde y que desde 2017 continúa en prisión domiciliaria, impedido de participar de cualquier actividad política.

Leopoldo López, durante un mensaje grabado en 2017, mientras cumple prisión domiciliaria en su domicilio
Leopoldo López, durante un mensaje grabado en 2017, mientras cumple prisión domiciliaria en su domicilio
Al diputado Freddy Guevara, que había tomado las riendas de Voluntad Popular desde que López cayera en prisión y ganado relevancia en la Asamblea, el TSJ le quitó la inmunidad parlamentaria el 3 noviembre de 2017. Al día siguiente, se asiló en la embajada de Chile en Caracas, donde permanece desde entonces.

Desde ese mismo año también está inhibido de postularse a cargos públicos por 15 años Henrique Capriles (Primero Justicia), el hombre que estuvo más cerca de desalojar al chavismo del Palacio de Miraflores, cuando en las elecciones presidenciales de 2013 y tras un controvertido escrutinio, los  resultados oficiales le otorgaron el 49,12% de los votos , a una distancia de apenas 1,49% de Maduro.

El ex alcalde de Caracas Antonio Ledezma (Alianza Bravo Pueblo) fue arrestado en su oficina en febrero de 2015 por el Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) y también alojado en la prisión de Ramo Verde. Aquejado por problemas de salud, logró que se le otorgue la prisión domiciliaria y de allí logró escaparse hacia Colombia para exiliarse luego en España.

Henrique Capriles, que estuvo a punto de vencer a Maduro en 2013, es otro de los dirigentes opositores inhabilitados para participar de las elecciones
Henrique Capriles, que estuvo a punto de vencer a Maduro en 2013, es otro de los dirigentes opositores inhabilitados para participar de las elecciones
Todos ellos, al igual que decenas de otros dirigentes políticos que se encuentran presos en las cárceles venezolanas donde sufren torturas y vejaciones de todo tipo, cargan con acusaciones sin sustento por instigación a la violencia o delitos administrativos menores. Organizaciones como Human Rights Watch o Amnistía Internacional, insospechadas de ser funcionales al "imperialismo", han denunciado sus casos como persecuciones políticas. Pero su situación no ha variado.

Calendario a medida, partidos proscriptos y sin nuevos votantes

Cuando arrancó el año 2018, había previstas ocho elecciones en el calendario latinoamericano: cinco presidenciales y tres legislativas. De la única que no se sabía la fecha era la presidencial venezolana. Maduro especuló hasta el final. La lógica indicaba que debía ser en el último trimestre del año, ya que el final de su mandato era este 10 de enero. Pero tras su experiencia "exitosa" con las municipales de fin de 2017, en las que otra vez había logrado manipular los controles, vetar candidaturas y lograr que no participara la mayoría de los opositores, decidió apurar los tiempos. El Consejo Nacional Electoral (CNE), totalmente cooptado por el chavismo, anunció el 7 de febrero que las elecciones se harían apenas 74 días después, el 22 de abril. Luego de las protestas, aceptó correr la fecha hasta el 20 de mayo. Aún así, el tiempo era escasisímo. Más cuando se pusieron en el camino mil y un trabas burocráticas para validar las listas y las candidaturas.

Ya no bastaba con tener proscriptos a los dirigentes opositores con mayor potencia electoral, la Asamblea Constituyente decidió quitarles la personería a todos los partidos que no hubiesen participado de las elecciones municipales y para revalidar su legalidad debían presentar en pocas semanas las firmas de al menos el 5% del padrón electoral, una ingeniería imposible de afrontar en una Venezuela colapsada, donde los colectivos parapoliciales chavistas dominan los barrios. Así, quedaron fuera de carrera las boletas de Voluntad Popular, Primero Justicia y la Mesa de Unidad Democrática, la alianza vencedora en las legislativas de 2015.

Además, el CNE dio apenas 20 días para que se registraran los nuevos electores que no estuvieran inscriptos en el padrón, lo que incluía a casi dos millones de jóvenes en edad de votar por primera vez y una cifra similar de exiliados que debían validar sus nuevos domicilios ante las embajadas. Ambos eran núcleos fuertes antichavistas y la mayoría de ellos no llegó a registrarse.

Control, descontrol y extorsión

El día de la elección, las única dos boletas rivales del oficialismo fueron las del ex militar chavista Henri Falcón y la del pastor evangélico Javier Bertucci, dos candidatos menores a la medida de Maduro, que según el CNE habían presentado los millones de avales necesarios para participar de la contienda.

Ni la OEA, ni el Centro Carter, que suelen ser veedores de los procesos electorales en todo el continente, tuvieron esta vez acreditación para hacerlo. Tampoco el Observatorio Electoral Venezolano. No hubo ninguna organización nacional o internacional de renombre que validara los comicios. Los únicos controles se llevaban a cabo en los llamados "puntos rojos", carpas que monta el gobierno cerca de los centros de votación para hacer propaganda y llevar un registro propio de los ciudadanos que van a votar con su "Carnet de la Patria", el nuevo documento de identidad que reparte el chavismo a quienes reciben algún tipo de ayuda del Estado. La extorsión ni siquiera se oculta: "El que haya votado con su carnet de la patria tendrá un premio de la República", suele avisar el Presidente días antes de los comicios.

Uno de los “puntos rojos” cercano a los centros de votación, donde el chavismo controla quienes van a votar mediante el “carnet de la patria” (Reuters)
Uno de los “puntos rojos” cercano a los centros de votación, donde el chavismo controla quienes van a votar mediante el “carnet de la patria” (Reuters)
Así y todo, los centros de votación se mantuvieron casi desiertos durante el ese domingo 20 de mayo. Las cifras oficiales hablaron de un 46% de participación (para los observadores inverosímil rondó la mitad), pero aún así sería una caída del 33,6% respecto a las presidenciales anteriores.

En esas condiciones, proscriptos los candidatos rivales más importantes, proscriptos los partidos políticos opositores de mayor peso, con control y amedrentamiento a los votantes y sin veedores del proceso electoral, Maduro habría logrado 6,2 millones de votos, según los resultados oficiales, entre los 20,5 millones de venezolanos que estaban habilitados para sufragar.

Así de democráticas fueron las elecciones en las que se consagró.

Así de legítima es su Presidencia.

jueves, 10 de enero de 2019

Nicolás Maduro jura como presidente
Nicolás Maduro jura este jueves su cargo como presidente de Venezuela en el inicio del que será su segundo mandato, muy cuestionado por muchos dentro y fuera de Venezuela.

Como casi todo en la política del país sudamericano, el juramento de Maduro se produce en medio de una fuerte polémica.

Sus rivales y gran parte de la comunidad internacional lo acusan de haberse convertido en un gobernante de facto. Estados Unidos lo tacha de "dictador" y el pasado viernes los países americanos en el Grupo de Lima aseguraron que no reconocerían su nuevo periodo presidencial.

Maduro da un ultimátum a los países del Grupo de Lima para que rectifiquen y amenaza con "medidas radicales" contra la Asamblea Nacional
Maduro, por su parte, reprocha a la oposición venezolana que se "ha vendido" a intereses extranjeros y culpa a Washington y a sus aliados de injerencia en los asuntos de Venezuela.

"Al presidente de Venezuela lo elige el pueblo de Venezuela", dijo en una entrevista reciente.

Ese es precisamente el meollo de la cuestión: muchos creen que no fue limpiamente elegido.

¿Qué pasa el 10 de enero?
De acuerdo con lo anunciado por Diosdado Cabello, hombre fuerte del chavismo, Maduro jurará su cargo el jueves 10 ante los magistrados del Tribunal Supremo.

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Diosdado Cabello, a la izquierda, anunció en qué consistirían los actos de la jura de Maduro.
No estará Christian Zerpa, el juez que recientemente se marchó a Estados Unidos y denunció desde allí que el alto tribunal del país está controlado por el gobierno.

Christian Zerpa, el juez afín a Maduro que huyó a Estados Unidos y denuncia falta de independencia del poder judicial de Venezuela
Ese mismo día Maduro participará en lo que Cabello definió como "un acto con el pueblo" y en un encuentro con militares.

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Maduro tiene previsto participar en un acto con militares el día 10.
Al día siguiente acudirá a la Asamblea Nacional Constituyente, impulsada por el propio Maduro como alternativa a la Asamblea Nacional controlada por la oposición desde su victoria en las elecciones de 2015.

Allí se espera que presente las líneas de actuación de su gobierno.

¿Por qué será el 10 de enero?
La Constitución venezolana establece en su artículo 231 que el candidato ganador de las elecciones "tomará posesión del cargo de Presidente o Presidenta de la República el 10 de enero del primer año de su período constitucional".

Pese a que Maduro fue declarado vencedor en unos comicios celebrados en 2018, en realidad lo que expira ahora es el mandato inaugurado por el fallecido presidente Hugo Chávez con su victoria electoral de 2013.

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El presidente venezolano acostumbra a mostrar un ejemplar de la Constitución en sus intervenciones.
La muerte de Chávez pocos meses después de su triunfo llevó a la convocatoria de unas elecciones para elegir a su sucesor, pero no al inicio de un nuevo mandato.

Cambiaba el presidente por la muerte del anterior, pero no el periodo presidencial.

Solo agotado 2018 comienza un nuevo sexenio presidencial, el que va de 2019 a 2025, que Maduro se dispone a inaugurar pese a las críticas.

Cuáles son las irregularidades que se denuncian
Estados Unidos y varios de sus aliados aseguran que Maduro es un "dictador", una acusación repetida a menudo por sus rivales en Venezuela.

Son muchas las irregularidades que denuncian, todas negadas por el gobierno.

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Estados Unidos y la Unión Europea dijeron que las elecciones de mayo no cumplieron con los estándares internacionales.
De acuerdo con Estados Unidos, la Unión Europea, el Grupo de Lima y varias organizaciones civiles, las elecciones en las que en mayo de 2018 Maduro se proclamó vencedor no cumplieron con los estándares internacionales.

José Ignacio Hernández, experto en Derecho Constitucional venezolano, asegura que las elecciones "tienen un problema de origen, ya que las convocó la Asamblea Nacional Constituyente, que es un organismo ilegítimo, cuando según la Constitución debería haberlas convocado el Consejo Nacional Electoral".

Añade que, al contrario de lo que sucedió en 2013, "a muchos candidatos y partidos se les impidió participar".

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Candidatos opositores como Leopoldo López no pudieron participar en las elecciones de mayo.
La Asamblea Nacional Constituyente fue impulsada por Maduro en mayo de 2017 después de que en 2015 la oposición lograra la mayoría en la Asamblea Nacional, órgano legislativo que desde que existe la Constituyente se ha visto despojada de sus funciones.

Según Hernández, la invalidez de aquella elección implica que "Maduro no es el presidente electo y no se puede juramentar quien no ha sido electo".

Hernández señala que "en derecho público se distingue entre legitimidad de origen y legitimidad de ejercicio. Para el periodo 2013-2019 Maduro tenía su legitimidad de origen porque las elecciones de 2013 fueron reconocidas en todo el mundo, pero sus violaciones de los derechos humanos le hicieron perder la legitimidad de ejercicio".

Al no admitirse la limpieza de las elecciones de 2018, "habrá perdido también la legitimidad de origen, que era lo único que le quedaba a Maduro", añade Hernández.

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Todos los países del Grupo de Lima excepto México amenazan con medidas económicas contra Maduro si se juramenta como presidente.
Maduro recalca que en las elecciones de mayo de 2018 logró más de seis millones de votos y en una reciente entrevista afirmó que "en Venezuela gobierna y manda soberanamente el pueblo, y el pueblo ya decidió".

Además de la convocatoria por parte de la Constituyente, se cita entre las irregularidades del segundo mandato de Maduro el poco margen temporal que se dio en la convocatoria electoral.

Hernández asegura que, de acuerdo con la Carta Magna venezolana, "las elecciones no pueden convocarse con menos de seis meses de antelación y en las de 2018 solo se dio un mes y medio".

Otro motivo de controversia es el hecho de que Maduro vaya a jurar como presidente ante el Tribunal Supremo y no ante la Asamblea Nacional.

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La Constitución afirma que el presidente debe jurar su cargo ante la Asamblea Nacional.
La Constitución determina que el nuevo presidente debe jurar su cargo ante esta cámara legislativa, pero también que "si por cualquier motivo sobrevenido el Presidente o Presidenta de la República no pudiese tomar posesión ante la Asamblea Nacional, lo hará ante el Tribunal Supremo de Justicia".

Maduro y sus seguidores sostienen que la Asamblea Nacional "está en desacato" desde que el Tribunal Supremo emitió en 2016 una sentencia en la que anulaba todas las decisiones de esta cámara.

La tesis gubernamental es la de que la Asamblea no es competente para tomarle juramento al presidente mientras persista esta situación, por lo que procede que el presidente jure ante el Supremo.

La oposición cree en cambio que todo obedece al plan de Maduro de neutralizar el poder del legislativo, cuyo control perdió en las urnas.

Nuevas sanciones de Washington
El gobierno venezolano ya lleva meses pagando en forma de sanciones internacionales por una elección rechazada por Estados Unidos, la Unión Europea y el Grupo de Lima, y porque gran parte de la comunidad internacional considera a Maduro un gobernante ilegítimo.

EE.UU. sanciona a 7 venezolanos, incluyendo los dueños de Globovisión y la exenfermera de Hugo Chávez
Este mismo martes, Washington decretó una nueva ronda de medidas contra figuras de la élite política y empresarial venezolana.

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El gobierno de Donald Trump ha impuesto sucesivas rondas de sanciones contra Caracas.
Pero David Smilde, investigador especializado en Venezuela de la Washington Office of Latin America, no cree que Donald Trump vaya a "dar más pasos significativos a corto plazo".

"Trump ya tiene bastantes preocupaciones con el cierre del gobierno, con el muro con México y con la investigación de la supuesta colusión con Rusia", indica.

Aunque no descarta que la fecha del 10 de enero "tenga un valor simbólico que movilice a la oposición", dice que "no parece que las cosas vayan a cambiar mucho más".


EEUU advirtió que seguirá presionando al régimen de Maduro hasta que se restablezca la democracia en Venezuela (Reuters/ Carlos Barria)
Los Estados Unidos reiteraron este jueves, durante la controversial ceremonia en la que Nicolás Maduro asumió, un nuevo mandato al frente de Venezuela, que no reconoce su legitimidad, con la promesa de aumentar la presión internacional sobre la dictadura chavista.
"Los Estados Unidos condenan hoy la ilegítima usurpación de poder de Maduro tras las elecciones desleales e injustas que impuso al pueblo de Venezuela el 20 de mayo de 2018. Los Estados Unidos siguen siendo firmes en su apoyo al pueblo venezolano, y continuarán usando todo el peso de los Estados Unidos. Poder económico y diplomático para presionar por la restauración de la democracia venezolana", señaló el Departamento de Estado norteamericano por medio de un comunicado.
En el texto, las autoridades norteamericanas reiteraron su apoyo a la Asamblea Nacional, "la única rama legítima debidamente elegida por el pueblo", y recordó las medidas que aplicó el Gobierno de Donald Trump contra la cúpula chavista.
Mike Pompeo, secretario de Estado norteamericano (Reuters)
Mike Pompeo, secretario de Estado norteamericano (Reuters)
"Recientemente, el 8 de enero, los Estados Unidos impusieron sanciones a siete personas y 23 entidades involucradas en un esquema de corrupción para explotar las prácticas cambiarias de Venezuela (…) También hemos implementado y continuaremos imponiendo revocaciones de visas y otras restricciones para los actuales y antiguos funcionarios del Gobierno venezolano y sus familiares", agrega el comunicado.
Washington instó a quienes apoyan al régimen de Maduro, tanto en Venezuela como en el exterior, a "dejar de permitir la represión y la corrupción y trabajar con la Asamblea Nacional y su líder debidamente elegido, Juan Guaido". "El pueblo venezolano y la comunidad internacional recordarán y juzgarán sus acciones. Ahora es el momento de convencer a la dictadura de Maduro de que ha llegado el momento de que la democracia regrese a Venezuela".
Por su parte, quien también se expresó sobre la juramentación de Maduro fue el consejero de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton. Por medio de Twitter aseguró: "Los Estados Unidos no reconocerán la toma de posesión ilegítima de la dictadura de Maduro. Seguiremos aumentando la presión sobre el régimen corrupto, apoyando a la democrática Asamblea Nacional (Parlamento) y pidiendo democracia y libertad en Venezuela".
Maduro, que ganó el 20 de mayo unos comicios boicoteados por la oposición, comienza un nuevo mandato de seis años al frente del país. La Unión Europea y los países del Grupo de Lima anunciaron también que no reconocerán el segundo mandato del presidente venezolano.
El martes, los Estados Unidos anunciaron nuevas sanciones contra Venezuela que apuntan a personas acusadas de beneficiarse de una trama de intercambio de divisas derivada del control de cambio.
John Bolton, asesor en Seguridad Nacional de los Estados Unidos (Reuters)
John Bolton, asesor en Seguridad Nacional de los Estados Unidos (Reuters)
Bolton calificó dicha medida como acertada y positiva para eliminar a "todos los que se benefician y apoyan este régimen ilegítimo", al tiempo que manifestó que "el régimen de Maduro ha saqueado miles de millones de (dólares de las) personas de Venezuela para apuntalar su círculo íntimo, el ejército venezolano y sus aliados en La Habana".
Desde Caracas, el régimen ha acusado a Bolton de dirigir un supuesto plan para asesinar a Maduro e incluso ha asegurado que dicho operativo "ya está en desarrollo".
En cuanto a la presión internacional, el Grupo de Lima, con la excepción de México, instó a Maduro a no asumir su segundo mandato y a transferir el poder al Parlamento, lo que Caracas consideró una incitación a un golpe de Estado.

Ya Nicolás Maduro tomó posesión este jueves 10 de enero de la presidencia de la República de Venezuela para el periodo constitucional 2019-2025, ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). Y en pleno  juramento, el magistrado Maikel Moreno se puso un tanto nervioso ¿Por qué será?

Durante el acto de ceremonia tildado por muchos como “ilegítimo”, Maduro juró cumplir su nuevo mandato siguiendo los preceptos establecidos en la Constitución. Mientras que, Maikel Moreno se notaba nervioso tartamudeando, e incluso olvidó sus líneas.
La mentira tiene patas cortas: Maikel Moreno olvidó parte de la ilegítima juramentación de Nicolás Maduro. Repudio nacional
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También el magistrado explicó la razón de porqué el acto se llevó a cabo en el TSJ y no en la Asamblea Nacional, la razón es porque la AN está en desacato. Ante el argumento usuarios en las redes cuestionan que “¿por qué no ante la Asamblea Nacional Constituyente y su poder “supraconstitucional”? ¿Será porque no la reconocen en el exterior?” cuestionó Lonena Méndez.
Maduro se juramentó en el TSJ.
Maikel Moreno explicó que lo hacen allí porque la AN está en desacato.
¿Y por qué no en la ANC y su poder "supraconstitucional"? ¿Será porque no la reconocen en el exterior?
Un acto ilegal en el último poder legal que queda.
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Finalmente, después del pelón en la juramentación, los nervios de Moreno y la poca asistencia, se le impuso la banda presidencial; se cantó el Himno Nacional, se leyó el acta de juramentación, fue firmada y le entregaron el collar y la llave donde reposa el Acta de la Independencia. Pero esto no acaba acá, twitteros hacen de las suyas y destrozan el acto “ilegítimo” de Maduro.
La voz de Maikel Moreno estaba temblorosa. Esa supuesta juramentación quedará para la historia. Ellos pasarán a la historia por asesinos y ladrones
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Después del titubeo del presidente del TSJ, Nicolás Maduro es "investido para el período presidencial 2019- 2025" afirmó Maikel Moreno
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Presidente del TSJ, Maikel Moreno, lució nervioso cuando le tomaba juramento a Nicolás Maduro.

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